En un día de festejo en Villa Crespo, por los
110 años de vida de nuestro querido club, terminamos teniendo un sabor amargo gracias
al arbitraje de Yamil Possi.
La iniciativa la tuvo Atlanta. Intentábamos más
por la banda derecha con los desbordes de Puch y los buenos centros de Silva,
que en los primeros minutos Pedrozo no pudo aprovechar. Estudiantes logró
meterse en el partido y Atlanta no defendía bien mas allá de que por el momento
no sufría. Aprovechaban mucho los contragolpes con la velocidad de Nieto y
Sosa.
Cuando el partido caía en un pozo, armaron una
linda jugada Galeano y Pedrozo. El segundo cedió para la entrada de Puch y su
disparo fue bien controlado por Rios.
Sobre
el final del primer tiempo Juan Martin tiró un centro para Sosa que no llegó a
conectar ante la duda de Santillo entre salir y quedarse.
En la segunda parte parecía que ninguno se
animaba a ganarlo por miedo a perderlo. Maraschi probo en dos ocasiones desde
lejos pero sus disparos no pudieron vencer el arco local.
Estudiantes estuvo muy cerca de llegar al gol
luego de que la defensa Bohemia no lograra despejar la pelota y cuando entraba
por el segundo palo Seri logró cerrar a tiempo Peláez.
Finalmente iba a llegar el show de Possi, a
quien le encanta ser protagonista. Primero con la expulsión de Pedrozo a quien
amonestó 2 veces en un minuto por tirar la pelota lejos y por una patada que
podría no haber sancionado.
Minutos mas tarde y con la dificultad de tener
10 jugadores Atlanta llegó al gol, los jugadores festejaban, el línea corrió
hacia la mitad de cancha marcando el gol y Yamil no emitió ningún gesto, caminó
hacia donde estaba el arquero tendido y después de hablar, cobró tiro libre a
favor de los locales. Inexplicable lo que hizo este señor que es uno de los
peores árbitros de la categoría.
Sobre el final, ya en el adicionado, Atlanta
se desconcentró y Diego Torres entró por izquierda en soledad, pero por suerte
su disparo se fue ancho. Así se fue un partido que estuvo lleno de condimentos
y en el que Atlanta nunca fue superado por el líder de la Zona A.
Se nota una mejoría en el Bohemio, pero
siempre vamos a querer más. Y aunque Possi no quiera vamos a festejar con locura
y pasión estos 110 años del Club Atlético Atlanta.