lunes, 23 de marzo de 2015

Los errores se pagan caro


Atlanta consiguió un agónico empate frente a Deportivo Merlo en condición de local por 2 a 2. Pese a que mereció mucho más, el conjunto bohemio no logró plasmar en el resultado la infinidad de situaciones peligrosas que generó. Y por si fuera poco, cometió serios errores infantiles en defensa, que casi le cuestan una nueva derrota.



El equipo de Arnaldo Sialle saltó al campo de juego con la idea de cambiar la imagen mostrada una semana atrás en la derrota frente a Brown de Adrogue. Es por eso que el director técnico decidió cambiar medio equipo para esta noche.

Ya en el comienzo del encuentro se vio un Atlanta más agresivo, con la idea clara de atacar el arco contrario. Sin embargo, y una vez más, otro error, otra desatención, hicieron que se comenzara con el marcador en desventaja. En un ataque aislado de Merlo, el línea marcó posición adelantada, pero el árbitro del encuentro, el conocido Barraza, se mandó una de las suyas y le cobró mano a Dobler, que había salido del área con la pelota en sus manos dispuesto a acomodar la pelota para el tiro libre indirecto. Resulta que el juez no había cobrado el offside y había dado ley de ventaja. De ahí un tiro libre que pega en la barrera, Leandro Rodríguez captura el rebote y tira al arco, la pelota da en el travesaño y ante la mirada de todos los defensores de Atlanta, Turienzo arremete de cabeza y abre el marcador para el conjunto visitante.

Golpe duro. Golpe que pegó en la yugular y que dejó groggy a los jugadores. Si Merlo era vivo liquidaba el partido en ese momento, porque Atlanta no encontraba la pelota. Porque nadie se hacía cargo del momento y porque no había una idea clara de cómo llegar al arco defendido por Rodrigo Llinás.

Sin embargo, a medida que pasaron los minutos, el equipo se fue asentando en el campo de juego y con más amor propio que juego asociado empezó a generar situaciones de gol. En esa primera mitad se generaron al menos cuatro situaciones que no pudieron concretarse. Sobre todo por el lado de Maraschi, que no estuvo fino en toda la noche a la hora de definir.

Ya en la segunda mitad y con los ánimos caldeados en el estadio, se esperaba algún tipo de cambio desde el banco de suplentes. Pese a que Atlanta era superior, había que arriesgar un poco más. Había que revertir el resultado sea como sea.

Y ese cambio recién llegó a los 15 minutos. Porque insólitamente Nahuel Fernandes Silva le acertó a la barrera en un tiro libre desde la mitad de la cancha y en el rebote se durmió con la pelota, la perdió y generó una contra peligrosa. Se enojó Sialle y mandó a Serrano en su lugar. El volante le cambió la cara al equipo, le dio frescura y otra movilidad de pelota. Y mostrando que tiene una buena pegada de media distancia, en la primera oportunidad que pudo remató al arco de zurda y la clavo en el ángulo superior izquierdo de Rodrigo Llinás. Era el 1 a 1 y las esperanzas volvían a renacer en el estadio.

Con sus pases de primera y los cambios de frente, Serrano se erigió como conductor del equipo, pero lo generado sufría la sequía goleadora de Maraschi que se erraba goles debajo del arco.

Y cuando parecía que la victoria se podía dar, otro baldazo de agua fría caería en la fresca noche de Villa Crespo. Ya en tiempo de descuento, error grosero de Peláez, que dejó la pelota bollando en el borde del área. Jorge Varela aprovechó el regalito y remató cruzado al arco defendido por Dobler y convirtió el segundo tanto de Merlo, dándole así la victoria parcial al conjunto dirigido por Zárate.

El árbitro Barraza había adicionado 4 minutos, pero agregaría uno más por el último cambio que realizaba el conjunto visitante. Y en ese minuto estuvo la posibilidad de Atlanta de poder empatar.

Una mano dentro del área ante un enganche de Martínez Montagnoli, penal cobrado y segundo gol de Serrano que decretaba el empate final  con un remate cruzado ante un Rodrigo Llinás que fue hacia el otro palo.

Empate que no sirve. Que deja un sabor amargo por haber sido superiores ante un débil rival. Pero también se pudo haber perdido y eso hubiese sido un duro golpe en el animo del equipo.

Se mejoró con respecto a los encuentros anteriores. Pero se siguen cometiendo errores gigantescos en defensa y no se concretan las jugadas de peligro.

Y este equipo, este plantel, que fue armado para pelear arriba, no puede darse ese tipo de lujos. Habrá que trabajar para disminuir la cantidad de errores, para estar mas atentos en defensa y para fallar menos a la hora de la definición.