miércoles, 19 de noviembre de 2014

Balance futbolistico Temporada 2014 por BDP





La agrupación Bohemios De Primera nos envía su balance del fútbol profesional de la temporada 2014.


Concluído el desastroso campeonato que protagonizamos, llega el momento de reflexión sobre lo acontecido este año en términos de fútbol.

Sin proyecto no hay futuro

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. ¿Y los números? ¿Cuánto pueden decir la frialdad de los números en momentos tan calientes? Mucho. Más que una imagen, más que mil palabras.

4-4-12 bien podría ser un error de tipeo en una formación. Quisiéramos que lo fuera. Pero no se trata de un error sino de un horror: cuatro victorias en 20 encuentros. Ninguna de ellas fuera de Villa Crespo. Cuatro empates. Doce derrotas. 16 puntos sobre 60 posibles. 17 goles a favor y 27 goles en contra. Y la situación se agrava con el doloroso ascenso Chacarita y la posibilidad de quedar últimos en la Zona "A" en caso de que Fénix empate o le gane a Español.

Es la segunda peor campaña de la historia de nuestro querido club (26.6%), apenas superada en términos porcentuales por la del 2001/2002 (26.1%, 8-9-25) y basta de no decir las cosas como son: militamos en la tercera categoría del fútbol argentino. Basta de disfrazar la realidad. Exactamente eso es lo que más la empeora y empobrece.

Nos fumaron en Pipa

El 2014 empezó con el equipo puntero de la divisional bajo la batuta de Sebastián Cassano. Inexplicablemente, el equipo decayó nuevamente -repitiendo la frustrante experiencia de la temporada 2012/2013 con Sergio Rondina como DT- y tras el empate ante Defensores de Belgrano, que marcaba una racha de seis partidos sin victorias y la posibilidad de no ingresar ni siquiera al Reducido, la dirigencia optó por un "cambio de timón", según palabras del entonces presidente, Alejandro Korz.

El más grande error: Mayor

Un Cassano ninguneado se aleja del cargo para dar lugar a la contratación de Carlos Mayor. No alcanzó con el “timonazo” y el equipo queda en el tercer puesto, a 8 puntos del campeón Nueva Chicago, perdiendo luego por penales en la Semifinal del Reducido frente a Platense, conducido por el otrora técnico de Atlanta Sebastián “El Gallego” Méndez, que se alejara del cargo en circunstancias nunca debidamente esclarecidas.

En ese momento, las palabras de Korz intentaron entusiasmar al hincha, nuevamente desesperanzado: "Ascendimos al Nacional B, nos tocó descender, pero dos veces pegamos en el palo para ascender, y ahora creemos que la tercera será la vencida".

El valor de la experiencia… devaluada = 0 (cero)

Uno de los caballitos de batalla de la campaña de Greco (sin olvidar que, lamentablemente,  Greco ES Korz) fue aducir puertas para afuera la falta de experiencia de Bohemios de Primera para afrontar el Reducido y el campeonato corto que se avecinaba. Pregonó que estaba apostando todo a no dejar pasar la oportunidad de ascender y rechazó de plano los ofrecimientos de BDP de colaborar en el armado conjunto de un proyecto futbolístico para el club.

La elección apretaba y había que tribunear un poco… Con el nuevo técnico y su ballet de rutilantes incorporaciones, una vez más la Comisión Directiva avala el criterio de relegar a los escasos valores del club o apostar a su revalorización.

Mientras tanto, en el receso mundialista y contradiciendo las palabras de Korz que afirmaba que "hay muchos dirigentes paseando por Brasil y hay muchos que nos quedamos acá laburando", el candidato Greco y otros directivos disfrutaban del sol de Copacabana y dormían la siesta eterna luego de recorrer la Fan Fest. Mientras, nuestros competidores mostraban sus dientes y SI usaban su experiencia y conocimiento del lobby de la calle Viamonte.

Tanto en AFA como al sol de Ipanema, la Mesa de la B Metropolitana armaba y desarmaba fixtures al antojo y conveniencia de los dirigentes de peso.

La esperanzadora contratación de Carlos Mayor resultó un fiasco y se convirtió en un papelón de mayúsculas dimensiones cuando en medio de la pretemporada se fue Godoy Cruz, luego que Atlanta le ganara un amistoso al club mendocino.

Tentado por las $irena$, Carlitos salió corriendo en la búsqueda de placeres y champagnes, aferrándose a la oferta monetaria. Más allá de los dimes y diretes acerca de la rescisión y sus términos, la dirigencia opta por tapar su ineptitud esgrimiendo como un logro sacarle unos pesos, pero de los refuerzos ya contratados ni habla.

Por  Villa Crespo, frío y soledad. Mayor y la dirigencia, en un breve paso de comedia, dejaron al club comprometido y soportando la pesada herencia de un plantel conformado por cantidad importante de incorporaciones a gusto y piacere de quien definitivamente nunca los utilizaría.

La experiencia que se exhibía como un valor resultó ser inexistente y la gestión Greco volvió a repetir la soberbia y los desatinos de su ¿predecesor? (quizás, sea porque el manejo del club, realmente, no ha cambiado de manos).

Capítulo Capria / Calderón: ¿Y la magia? ¿Dónde está la magia?

Apremiada por la inminencia de las elecciones la CD hizo la “Gran Atlas” y, en otro volantazo tribunero y mediático pero de escaso peso futbolístico (tengamos en cuenta que para la gestión actual, Atlanta es un club social CON fútbol –como un Villa Crespo con cancha-), surge la MAGIA…

Un representante amigo acerca a un PERIODISTA y… "abracadabra”: Rubén Capria se convierte en técnico de Atlanta. Experiencia acreditada: co-conductor de ESPN; aval: José Luis Calderón (10 dirigidos: 2 empates – 8 derrotas en Gimnasia, de Jujuy). Este es, sin duda, el HORROR DEL 2014.
Otra vez se contradicen haciendo caso omiso a su única carilla de propuestas para el fútbol que los socios finalmente votaron: "Siempre tras la búsqueda de cuerpos técnicos profesionales, reconocidos y con gran capacidad de trabajo, esta dirigencia apuesta a proyectos sólidos que permitan obtener los objetivos planteados".

El “Mago” recibe un plantel del cual en la pretemporada se alejan jugadores que a la postre resultaron insustituibles y llegaron otros de pobre actualidad al momento de su contratación como Pablo Santillo, de pésimo campeonato en Talleres, de Córdoba, Sebastián Sciorilli, con unos  siete kilos de más, desde Chile, y otros que habían tenido un buen campeonato en sus clubes anteriores como Matías Rojas, en Armenio, Mariano Puch y Adrián Torres, en Fénix y Emiliano Bonfigli, en Almagro. Salvo Fabricio Pedrozo, ninguno hizo pata ancha en este campeonato.

Un periodista, sin rating, tiene poca vida. Perdidos 5 de 5, la dupla venida desde la Ciudad de las Diagonales dimite.

¡Vamos todos otra vez! El cuento de la buena Pipa

Inconsecuentes con su idea de "proyecto sólido" y haciendo patente el principio que dice que todo es cíclico en la historia -harta de sus desaciertos y metidas de pata- la dirigencia decide terminar el año igual que como lo había comenzado: con el vapuleado Cassano en el banco. A esta altura, se avizoraba el abandono dirigencial a cualquier posibilidad de pelear el ascenso que, finalmente, se refleja en los resultados y hallan en boca de Sciorilli la mejor síntesis de lo sucedido: “Creo que la dirigencia tiró la toalla muy rápido”.

No conforme con los errores y horrores cometidos hasta este momento, la CD decide nuevamente MEDIATIZAR la búsqueda de un DT. Aparecen fotos y trascendidos de técnicos y aspirantes que son recibidos por la dirigencia del club en pizzerías de la zona que ofician de despacho presidencial y en cuyo transcurso los protagonistas aprovechan para promocionarse o mostrarse en el mercado, convirtiéndose en un verdadero reality – casting de entrenadores.

Mientras tanto, este cholulaje destruye el poco poder y motivación que pudieran restarle a Cassano (cuyo valor para poner la cara en los momentos difíciles y su integridad valoramos y respetamos como hinchas de Atlanta, más allá de los resultados) y los jugadores comienzan a jugar su partido personal en una nefasta especie de “sálvese quien pueda”.

Limpieza de plantel (la que no existe en las instalaciones del club)

La falta de profesionalismo reinante en la CD se corona cuando se hace circular extraoficialmente una lista de rescisiones contractuales de jugadores, desligándose los dirigentes de toda culpa y cargo. Poncio Pilato no podría haberlo hecho mejor. No queda claro quién la confeccionó ni si será verdadera. Mucho menos el costo económico que la misma implicará para el club. Como siempre en Atlanta todo es poco claro. ¿Fue confeccionada por la Comisión Directiva, por la "excelentísima" subcomisión de fútbol -que jamás cumplió con el deber estatutario de aprobar el presupuesto de fútbol ni de explicar los objetivos y razones de su proceder- o por el nuevo técnico en las penumbras que, por vaya a saber qué razón, no quieren develar? Llama verdaderamente la atención y nos preocupa de sobremanera la exclusión de jugadores de inferiores que ni siquiera tuvieron oportunidad alguna de mostrarse (ver informe estadístico).

Triste y oscuro final

Como conclusión no creemos que el FUTURO sea auspicioso mientras los mismos que se equivocan hace tiempo siguen tomando las decisiones. Nunca aprenden, ni están dispuestos a hacerlo.

Pasan los años, pasan los jugadores y la realidad es que un equipo que se formó para quemar las naves e ir por el ascenso, cayó en un estrepitoso fracaso por la ineptitud de Greco y sus colaboradores.

Nuevamente nos mentirán aplicando la lógica del almacenero: hoy no se fía, MAÑANA SI. Y cada sábado que renovemos la ilusión de ver a nuestro equipo de nuevo donde supo estar, esta gente nos dirá cuándo perdemos: este campeonato no, EL QUE VIENE SÍ VAMOS POR EL ASCENSO.

Mientras tanto, generaciones de pibes que deberían haber sido hinchas de Atlanta seguirán perdiéndose en otros colores, basados en sus éxitos deportivos o su permanencia en categorías superiores. A esos pibes, lo que tenemos para ofrecerles es la segunda peor campaña en la tercera división del fútbol de AFA, que quiere decir LA SEGUNDA PEOR CAMPAÑA DE LA HISTORIA DE ATLANTA y para colmo de males, coincidente con el ascenso directo en calidad de Campeón de Chacarita Juniors.

Basta de decir que porque criticamos esta inutilidad crónica de Greco, Korz y compañía no queremos a Atlanta. Todo lo contrario. Desde Bohemios de Primera criticamos y advertimos que las cosas pueden y deben hacerse mejor porque queremos al club, porque ver a Atlanta tan mal nos duele y porque en manos de esta gente tan cómoda en su mediocridad pasmante, Atlanta corre el serio riesgo de desaparecer. Entiéndanlo: Atlanta es un club DE fútbol y por el fútbol somos hinchas de Atlanta.

Intentarán mentirnos nuevamente. Tal vez, ahora, dirán que la cuarta será la vencida, sin querer darse cuenta que la que está vencida es la ilusión del hincha de Atlanta.